Desahucio de inquilinos morosos en Zamora

Foto titulada "BBVA" de Joan Sorolla Fuente: Flickr Licencia CC 2.0 Attribution Generic
Foto titulada «BBVA» de Joan Sorolla
Fuente: Flickr
Licencia CC 2.0 Attribution Generic

En los tiempos que corren es muy habitual encontrar en los medios noticias sobre desahucios, bien por ejecuciones hipotecarias, bien por denuncias de impago de los caseros. Ayer en la prensa local leí una noticia sobre un desahucio de un presunto inquilino moroso. Y digo presunto pues no me atevo a valorar la mala fe del inquilino en la falta de pago, pues las versiones de la noticia y de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Zamora son diametralmente opuestas). Leer esta noticia me ha hecho reflexionar sobre las familias que se encuentrar en esta situación:

Muchos de los afectados (hipotecados e inquilinos) no disponen de recursos para poder hacer frente al pago de sus obligaciones. Suelen ser situaciones límites, historias sangrantes, con un denominador común: el desempleo. No podemos olvidarnos de la parte que sufre el impago: los bancos y los caseros. Los primeros no tienen buena imagen en la sociedad actual, ni deberían hablar muy alto, pues todos les hemos «ayudado» con fondos públicos. Sin embargo los caseros son personas que deciden alquilar sus viviendas, algunos para aumentar sus ingresos, lo cual es muy lícito, otros por simple necesidad. No podemos demonizar a los caseros por reclamar lo que es suyo, es duro echar a alguien a la calle, pero no son ONG. Sin duda para dar solución a este problema es necesario crear una cartera de viviendas destinada a alquiler social. Habrá que invertir fondos públicos, y habrá que establecer un mecanismo de control para detectar cuales son las familias realmente necesitadas para obtener una de estas viviendas.

Otros afectados por los desahucios son víctimas de acciones casi fraudulentas de los caseros para conseguir echarlos del inmueble, buscando con ello un beneficio propio (venta de la propiedad, poner fin a un contrato de renta antigua, etc). Este grupo merece toda la ayuda y la defensa de todos los colectivos. Un casero no debería vulnerar los derechos de un tercero en su beneficio.

Por último llegamos a los inquilinos e hipotecados que no pagan simplemente porque no quieren o porque viven por encima de sus posibilidades. Este grupo de «afectados» se ampara en la lentitud de la justicia para vivir, cual parásitos, de un tercero. Lamentablemente tienen las de ganar con las leyes actuales. Al casero sólo le queda acudir a la justicia, pagar tasas judiciales, abogado y procurador, con la única esperanza de recuperar el inmueble en el mejor estado posible, y dando por perdida la renta no cobrada.

Desde mi posición de asesor inmobiliario y responsable de oficina, trabajamos a diario por poner las cosas difíciles a este tercer grupo, a los morosos profesionales. A todos aquellos que vayan a alquilar su vivienda en un futuro les recomiengo que lo hagan con las máximas garantías posibles para evitar problemas futuros. Si queréis más información sobre la mejor forma de alquilar una vivienda, os recuerdo que hemos editado una guía con consejos para el arrendador. Es totalmente gratuita, y puedes hacerte con ella enviándonos un email con el asunto «Guía del arrendador» a la cuenta barrios@inmobarrios.com.

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