Seamos sinceros. Cuando visitas una vivienda lo normal es encontrar las habitaciones limpias y ordenadas, los armarios organizados, la cocina y los baños recogidos, con buena iluminación y con las reparaciones necesarias ya realizadas.
Se trata de una parte del marketing para vender una vivienda, sin embargo, no todas las casas están presentadas de esa forma. Por diferentes motivos una casa en venta puede estar desordenada, con escasa decoración, e incluso con necesidades de realizar reparaciones más o menos importantes para entrar a vivir.
Las primeras impresiones se forman rápidamente. Es fácil hacer juicios rápidos y descartar la vivienda nada más verla. Quizás estés dejando pasar en lo que podría ser una casa de ensueño.
Si tu capacidad financiera te lo permite, no cometas ese error. Toma la decisión de compra basada en una segunda impresión, cuidadosamente considerada, sopesando los pros y los contras, teniendo en cuenta la superficie y la ubicación, así como los costes de actualización.
Cuando veas una casa en un pobre estado de conservación, imagina cómo se vería con una nueva capa de pintura, una redecoración, las reparaciones básicas completadas, y con tus muebles adornando las habitaciones.
Comprar una casa en este estado tiene sus ventajas. Atraen menos interés y, por lo tanto, tendrás menor competencia de otros compradores potenciales. El precio de oferta puede ser menor también.
¿Necesitas más ideas para encontrar la casa perfecta? Llámanos hoy mismo, estaremos encantados de ayudarte.
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