Mucha gente piensa que fijar un precio más alto que el de mercado es necesario, porque todos los compradores van a querer negociar, pero cuidado, se corre el riesgo de ahuyentarlos y no recibir ofertas.
Fijar el precio de una casa en venta es más un arte que una ciencia. El valor de cada casa se encuentra dentro de un rango, y la cantidad en la que el comprador y el vendedor están de acuerdo es la que determina el valor exacto de la propiedad.
Si se fija un precio competitivo desde el principio, la casa tenderá a venderse en el extremo superior del rango de valores. Cuanto más tiempo se prolonga la venta, más nos aproximaremos a la parte baja de ese rango.
Precio: La batalla entre el vendedor y el agente
Los propietarios tienen una perspectiva muy limitada del mercado inmobiliario, ya que sólo se ocupan de una casa: la suya propia.
Por otro lado, los agentes de éxito están en contacto con el mercado local a diario. Están en la calle, tienen un gran conocimiento de las condiciones actuales del mercado, conocen lo que los compradores demandan, las casas que hay en venta y las que se han vendido recientemente.
Debido a que tienen un conocimiento limitado, muchos vendedores fijan un precio alto por sus casas, asumiendo de antemano que el agente sólo quiere fijar el precio de su casa a la baja para conseguir una venta rápida.
Pero los agentes saben que los hogares que tienen un precio correcto y muestran así venderán en los momentos buenos y malos.
La primera impresión marca la diferencia
La mayor actividad de una vivienda es cuando es novedad en el mercado, por lo que se debe hacer todo lo posible para que la vivienda sea lo más atractiva posible para los compradores desde el primer momento. Fija el precio correcto a la vivienda, sigue los consejos de tu agente sobre cómo preparar tu casa para la venta, lleva a cabo un buen plan de marketing y prepárate para vender tu casa sin incidentes y por el mejor precio.
Si el precio no es el correcto o la casa no está en las mejores condiciones posibles transmitirás una mala impresión al mercado. A medida que pasa el tiempo, la vivienda comienza a perder su impulso a medida que nuevas viviendas, más competitivas, llegan al mercado.
La siguiente parada: rebaja de precio
Tras semanas o meses de inactividad sólo queda una solución: la rebaja en el precio de oferta.
De nuevo tienes una oportunidad para fijar un precio correcto para la vivienda. No cometas el mismo error dos veces, pues si sigues con un precio alto y fuera de mercado los compradores no te tomarán en serio, y se esperarán a la próxima rebaja de precio.
Con el tiempo la vivienda entrará dentro del rango de precio de mercado, y un comprador se interesará por ella. Pero probablemente va a castigar al vendedor con una oferta mucho menor de lo que habría obtenido de fijar el precio correcto desde el principio.