
Pero es igualmente importante prestar atención a las cosas que los compradores no quieren ver, esos pequeñas cosas que, aunque aparentemente no tienen importancia, pueden distraer a los compradores y hacer que pierdan interés en tu propiedad.
1.-Mascotas: Aunque muchas personas les encanta mascotas, a otros no. Algunas personas son alérgicas. Los perros, en particular, pueden tener un gran interés en los nuevos visitantes, saltando y ladrando con entusiasmo. La mejor solución es sacar a pasear las mascotas durante las visitas.
2.-Reparaciones sin terminar: Grifos que gotean, marcas en las paredes, azulejos rotos, puertas que chirrían. Los compradores de vivienda se darán cuenta, y pueden pensar erróneamente que hay otras deficiencias ocultas en la casa. Haz todas las reparaciones que puedas antes de poner la casa en venta.
3.-Desorden: Es común que las zonas donde pasamos más tiempo en casa, como salas de estar y cocina, estén limpios y ordenados durante la visita. Pero los compradores que se han interesado en su propiedad van a echar un vistazo más de cerca, revisarán los armarios, el trastero, las terrazas, y otros lugares donde las cosas tienden a acumularse.
4.-Olores: Aunque tu no los notes, al venir desde el exterior, el comprador percibirá los olores persistentes asociados con los animales domésticos, la basura, la cocina exótica y el tabaquismo. Los olores tienen una fuerte influencia en las emociones. Asegúrate que la casa está libre de olores fuertes durante las visitas. Puedes ver algún truco sobre cómo conseguirlo en esta entrada: 4 formas de hacer que tu casa huela bien en las visitas.
5.-El propietario: No es nada personal. Cuando los compradores visitan su vivienda quieren hacerlo con tranquilidad, sin la presión del propietario. Quieren visualizarse a sí mismos viviendo allí. Así que deja que tu agente inmobiliario sea el anfitrión y saca tantos artículos personales, como fotos de la familia y trofeos, como sea posible.